Inspiración


Ni alzando un poco más la voz
podría dejar de escucharlo.

No puedo apagar su latido,
ni tampoco despistarlo.

Porque va marcando
el ritmo a mis emociones.

Pero ahora, sin embargo,
he cambiado la canción.

Ese ritmo ahora suena
disonante, en mi cabeza.

Ya mi ángel se marchó
con la intención de buscarte.
Pero nunca te encontró.

Y mi alma se apagó
para ahorrar más energía.
La necesito para abrazarte...

Por si alguna vez te atreves a volver.


0 comentarios: