Una historia de amor.


Rezas la oración de mil suspiros,
mas estás, con tu sonrisa, besando
poco a poco a mi corazón y alma.

Mientras, yo la escucho, y respiro
la fragancia que delicada rezuma
cada poro de tu piel, suave, calma.

Y se pasman mis sentidos
al saber de tus ruegos.
Una ruma de favores,
y baúl de sentimientos yo te debo
por las cosas que pedías.
Por pedirme para ti.

No te merezco y lo sabes,
aunque sí lucho tu encuentro.
Aun así, no saco en cierto
la manera de entregarme a tu destino,
sin alejarme de ti.

1 comentarios:

2 de mayo de 2008, 17:29 Anónimo dijo...

No desesperes, amor, tú tendrás lo que deseas: si eres amor, de verdad, lo imposible siempre llega.